¡EL ROCK HA MUERTO! ¡VIVA CROSS!Entrevista a Marcelo Lilielheim y brevísima reconstrucción de la historia de una banda de culto… de culto a la muerte y a la bronca, de celebración patética, de éxtasis violento y autodestructivo. Retornó Cross después de casi 10 años de ausencia.
Cross nace aunque no haya nada por qué vivir.
Año 1984. En el margen oriental de Argentina, en una pequeña provincia llamada Uruguay, un grupo de jóvenes emuladores de V8 y Barón Rojo forman una banda. Luego de cerrar un par de festivales de heavy metal locales, para 1987 ya cuentan con una cantidad considerable de público fiel. Era el momento ideal para editar un disco. Graban demos para una ensalada que nunca sale. Negocian con Palacio de la Música pero no llegan a un acuerdo: “El primer disco fue abortado… No teníamos conexión mental ni de ningún tipo con Alfonso Carbone. Era la única persona en el país que podía hacer que vos sacarás un disco y no había lugar para nuestra propuesta… Uno de los peores pecados del rock de los ‘80 es no editar el disco de Cross en tiempo, forma y en vinilo”.
Finalmente ‘Solo quiero salir de aquí’ sale en 1991: “5 o 6 años después de lo debido y en cassette, que no es un formato serio, no es coleccionable. La mayoría de la gente que tiene esos cassettes ya les dejaron de sonar”. La portada tenía una etiqueta advirtiendo sobre el lenguaje soez que contenía. Sobre la grabación, Marcelo recuerda: “el técnico nos odiaba, no le gustaba lo que hacíamos, si desafinábamos no nos decía… tenía muy mala onda con nosotros y nos grabó el disco en 20 horas”.
“Porque no hay nada por qué vivir/ Porque no hay nada por qué soñar/ Porque no hay nada por qué reír/ Solo quiero salir de aquí” (‘Solo quiero salir de aquí’)
Los ’90: aquí están sus discos.
Luego del demorado primer disco, el segundo es editado apenas un año después. En ‘Instinto Salvaje’ (1992) la banda transita géneros completamente exóticos para nuestro paisaje musical: raw power y killer rock, con letras de alto contenido sexual y describiendo siempre existencias al límite. Dice Marcelo: “Cuando sale ‘Instinto Salvaje’ justo se da la casualidad de que viene el grunge y entonces a nosotros nos metieron como que éramos grunge… De pronto, nos venía a ver gente con camisas leñadoras… y se empezaron a alejar los heavys de la primera época”. Sobre el disco en sí: “Es el que pudimos grabar mejor. Nos dieron más horas y un técnico adecuado”.
Un aspecto esencial de Cross tiene que ver con que la vida de Marcelo se repartía entre Buenos Aires y Uruguay. Con la banda pasaba lo mismo: “Tocábamos acá y en Buenos Aires, siempre a nivel underground, siempre para 50 personas”.
‘Asesinos’ (1994) se graba en el estudio personal de Marcelo y profundiza su apuesta por el raw power y el killer rock. Además de temas nuevos, el disco incluye algunas versiones de temas clásicos de la banda. Su principal novedad es el tratamiento de las voces con máquinas de efectos. Tres años después, vendrá en la misma línea el disco ‘A miles de kms. de acá’ (1997), que Marcelo realiza prácticamente en solitario y hasta la fecha es la única edición de Cross en formato CD.
“Para Ustedes, jóvenes viejos/ que viven en este país de muertos/ Siempre a la moda en el verano/ Siempre igual a los demás” (‘Joven Viejo’)
El rock muere y Cross se autodestruye.
“En ese momento, nadie daba 2 pesos por nosotros… En el ’98 yo ya no aguanté más. Decidí volver a instalarme en Buenos Aires y desde entonces nunca más volví a radicarme acá. Me voy con la idea de no tocar más porque estaba cansado. Estaba desde el ’84 en la ruta, siempre en contra de la corriente, siempre en contra de la corriente…” Los excesos que describían las canciones evidenciaban los pormenores de Marcelo: “Yo estaba mal de salud… Tomaba muchísimo… Y nada… me dediqué a trabajar y llevar una vida más tranquila y eso me salvó, sino estaría muerto”.
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